Hace unos días la Policía Local de Valdemoro nos advertía sobre los ataques de phising y nos daba una serie de consejos para evitar este 'ciberfraude', pero ¿Sabías que el phishing es una técnica utilizada por
ciberdelincuentes para obtener información personal y bancaria de los
usuarios? Les envían mensajes suplantando a una entidad legítima como
puede ser un banco, una red social, un servicio, una entidad pública,
etc. para engañarles y manipularles a fin de que acaben realizando
alguna acción que ponga en peligro sus datos.
La Oficina de Seguridad del Internauta nos ofrece unos sencillos trucos para evitar ser víctimas del phising:
- Sé precavido ante los correos que aparentan ser de entidades bancarias o servicios conocidos (Dropbox, Facebook, Google Drive, Apple ID, Correos y Telégrafos, Agencia Tributaria, etc.) con mensajes que no esperabas, que son alarmistas o extraños.
- Sospecha si hay errores gramaticales en el texto, pueden haber utilizado un traductor automático para la redacción del mensaje trampa. Ningún servicio con cierta reputación enviará mensajes mal redactados.
- Si recibes comunicaciones anónimas del tipo “Estimado cliente”, “Notificación a usuario” o “Querido amigo”, es un indicio que te debe poner en alerta.
- Si el mensaje te obliga a tomar una decisión de manera inminente o en unas pocas horas, es mala señal. Contrasta directamente si la urgencia es real o no directamente con el servicio o consultando otras fuentes de información de confianza: la OSI, Policía, Guardia Civil, etc.
- Revisa si el texto del enlace que facilitan en el mensaje coincide con la dirección a la que apunta, y que ésta corresponda con la URL del servicio legítimo.
- Aplica la ecuación: solicitud de datos bancarios + datos personales = fraude.
Cómo reconocer un mensaje de tipo phishing
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¿El contenido es sospechoso?
El primer paso para identificar un phishing es valorar el
contenido del mensaje o correo electrónico. Como hemos mencionado
anteriormente, el intento de suplantación puede ser a un banco, una
plataforma de pago, una red social, un servicio público, etc.
El objetivo es intentar asustar al usuario e instarle a actuar según
las indicaciones del mensaje. Siempre añaden una excusa, ejemplo
“problemas técnicos o de seguridad”, y proporcionan una solución
sencilla del tipo “acceda a su banco utilizando este enlace”. Además, es
muy habitual que soliciten nombre de usuario, claves y otros datos de
acceso a las cuentas, práctica que las entidades legítimas nunca
llevarían a cabo.
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¿La escritura es correcta?
Si nos fijamos en la imagen anterior, podemos ver que, por
ejemplo, no se han utilizado tildes y que hay errores gramaticales (enes
en lugar de eñes), y de puntuación. Resulta extraño que una entidad
envíe una comunicación a todos sus clientes con una redacción y
ortografía descuidadas.
Los delincuentes que realizan las campañas de estafa, en ocasiones
son extranjeros, y deben por tanto traducir sus mensajes al español, en
general con errores. Estos errores en la traducción aparecen en forma
de:
- Fallos semánticos: artículos “el” o “la” intercambiados.
- Palabras con símbolos extraños: donde deberían estar palabras acentuadas como por ejemplo: “DescripciÃ?n”. Este caso aparece al intentar escribir vocales acentuadas en un teclado no español.
- Frases mal construidas.
Si detectamos que el correo tiene una ortografía pobre y su escritura es informal, debemos estar alerta.
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¿A quién va dirigido el correo?
Si un delincuente quiere estafar a cientos de miles de personas,
es muy complicado saber el nombre de todas esas personas. Por ello,
utilizan fórmulas genéricas como “Estimado cliente”, “Hola”, “Hola
amigo”, etc. para evitar decir un nombre.
Cuando una entidad tiene que dirigirse por correo a un usuario o
cliente, siempre lo hará enviando correos electrónicos personalizados,
donde utilizará el nombre de la persona e incluso en algunas ocasiones,
parte de su DNI. Si recibimos un correo no personalizado, estamos probablemente ante un caso de intento de estafa.
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¿Pide hacer algo de manera urgente?
Otra técnica utilizada por los delincuentes es la de pedir la realización de una acción en un período de tiempo muy corto: “Una vez emitido este correo electrónico, tendrá un plazo de 8 horas para llevar a cabo dicha acción, de lo contrario…”.
Con esta urgencia, los delincuentes intentan que su víctima tome una
decisión precipitada y caiga en la trampa, que incluye visitar un enlace
e indicar datos personales y/o contraseñas. Este es otro síntoma que
nos hace sospechar que el mensaje recibido ha sido enviado por un
delincuente.
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¿El enlace es fiable?
La intención de los delincuentes es que pinchemos en un enlace
para llevarnos a un sitio web fraudulento. En el texto del mensaje hay
un enlace que en lugar de llevarte a la web oficial, página legítima, te
lleva a otra fraudulenta que estéticamente es igual o muy parecida.
¿Cómo podemos saber la verdadera dirección a la que apunta un enlace?
Muy fácil: situando el puntero encima del enlace y observando la
verdadera dirección que se muestra en la parte inferior izquierda del
navegador.
Una recomendación a seguir es la de no acceder a una web a través de
un enlace en el correo electrónico. Si deseamos acceder a la web
legítima, la mejor práctica es escribir directamente en la barra de
direcciones del navegador la dirección deseada (si se conoce
previamente).
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¿Quién envía el correo?
Por último, sólo nos queda comprobar la identidad del remitente.
Hemos dejado esta pregunta para el final ya que no ofrece garantías
para saber a ciencia cierta si un correo es fiable o no.
Debemos sospechar si el remitente es una dirección de correo que no
pertenece a la entidad, como sucede en el siguiente ejemplo, que el
mensaje hace referencia a PayPal y el email del remitente no hace
ninguna alusión a dicho servicio.
ojo! El hecho de que el correo provenga de un correo aparentemente
correcto no es indicio concluyente de la legitimidad del mismo. El
remitente de un correo electrónico puede ser manipulado y los
delincuentes son capaces de enviar correos con el remitente falsificado
en nombre de entidades.
Cómo actuar si detectas un phishing
- No facilites la información que te solicitan ni contestes en ningún caso a estos mensajes. En caso de duda consulta directamente a la empresa o servicio que supuestamente representan a través de sus canales oficiales. También puedes ponerte en contacto con nosotros, la OSI, y hacernos llegar tu consulta.
- No accedas a los enlaces facilitados en el mensaje ni descargues ningún documento adjunto que puede contener, podría tratarse de malware.
- Elimínalo y si puedes, alerta a tus contactos sobre este fraude para que ellos no caigan tampoco en la trampa.
Qué hacer si has caído en la trampa
En caso de haber sido víctima de un fraude de tipo phishing, recopila
toda la información que te sea posible: correos, capturas de
conversaciones mediante mensajería electrónica, documentación enviada,
etc. Puedes apoyarte en testigos online para la recopilación de evidencias.
Para los casos de phishing bancario, contacta con tu oficina bancaria
para informarles de lo sucedido con tu cuenta online. Adicionalmente,
modifica la contraseña de todos aquellos servicios en los que utilizases
la misma clave de acceso que para el servicio de banca online.
Recuerda: no uses la misma contraseña en varios servicios, es muy
importante gestionar de forma segura las contraseñas para evitar problemas.
A continuación, presenta una denuncia ante las Fuerzas y Cuerpos de
Seguridad del Estado (FCSE).
¿Te ha resultado útil esta información? Recuerda: ante cualquier duda, problema o conflicto puedes ponerte en contácto con Acusval en: acusval@gmail.com
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