Sanidad recomienda evitar el consumo de pez espada, tiburón, atún rojo y lucio hasta los 10 años, lactantes y embarazadas
El mercurio es un contaminante medioambiental que puede estar
presente en proporción variable en los productos de la pesca. La
cantidad de mercurio en los peces está relacionada con su posición
dentro de la cadena trófica, por tanto, los peces depredadores, de gran
tamaño y más longevos como el pez espada, tiburón, atún rojo o lucio
tienen concentraciones más altas; debido a la aparición de nueva información científica y técnica sobre esta cuestión se ha hecho necesaria una mayor difusión entre los consumidores
Las mujeres embarazadas o que estén planificando
estarlo, así como aquellas en periodo de lactancia y los niños de menor
edad, constituyen la población más vulnerable al mercurio, ya que puede
afectar al sistema nervioso central en desarrollo, tras su consumo
directo o a través de la placenta y la leche materna.
Otras especies pueden ser alternativas para nuestra cesta de la compra como el
abadejo, anchoa o boquerón arenque, bacalao, bacaladilla, berberecho,
caballa, calamar, camarón, cangrejo, cañadilla, carbonero o fogonero,
carpa, chipirón, chirla o almeja, choco o sepia o jibia, cigala,
coquina, dorada, espadín, gamba, jurel, langosta, langostino, lenguado
europeo, limanda o lenguadina, lubina, mejillón, merlan, merluza o
pescadilla, navaja, ostión, palometa, platija, pota, pulpo, quisquilla,
salmón atlántico o salmón, salmón del Pacífico, sardina, sardinela,
sardinopa, solla, y trucha puesto que presentan bajo contenido de
mercurio.
La Agencia Española de Seguridad Alimentaria -AESAN- ha distribuido, en colaboración
con las autoridades sanitarias autonómicas y otras partes interesadas,
40.000 posters con esta información.
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