La Navidad, es un periodo en el que el consumo y los desechos aumentan considerablemente. La concienciación por parte de todos es imprescindible para conseguir reducir las cifras de contaminación con unas buenas prácticas para el reciclaje.
Durante estos días, especialmente los días de Navidad, Nochevieja, Año Nuevo y Reyes el aumento de consumo de alimentación, bebida y productos para regalo es constante.
Si hablamos en cifras, los envases y embalajes aumentan hasta convertirse en un 40% del total anual en algunos casos ¿No te lo crees? Vale, piensa ahora cómo viene empaquetada la mayoría de comida que adquieres para estos días: plásticos, latas, cartón, más plásticos, más latas, cristal, papel… ¿y los regalos que vas a hacer o que recibirás? cartón, metales y plásticos en el caso de la electrónica, más cartón y papel, añade plástico también para el embalaje… ¿hemos acertado? seguro que sí, pero lo mejor es que todos estos materiales se pueden reciclar.
Nuestro espíritu navideño tiene que ir de la mano de nuestro espíritu medioambientalista
Y al igual que el resto del año, al reciclar contribuimos a cuidar el medio ambiente: evitamos la extracción de materias primas de la naturaleza, frenamos el crecimiento de vertederos y la contaminación, ahorramos energía y reducimos las emisiones de dióxido de carbono (CO2), implicadas en el cambio climático.
Consejos de reciclaje en Navidad
- Cada residuo a su lugar: contenedor verde para el cristal, el azul para papel y cartón y el amarillo para envases de plástico y metálicos.
- No desperdicies alimentos. En las reuniones familiares abunda la comida, siendo excesiva en la mayoría de ellas. Si sobra, no la tires, aprovecha para preparar platos originales con las comidas sobrantes, pero no despilfarres ni las tires.
- Cuidado con la basura. En la mayoría de municipios los días 24 de diciembre y 31 de diciembre no se realiza servicio de recogida de basuras, así que evita depositarla en los contenedores, ya que sólo generará acumulación de basura y deterioro de tu entorno.
- Los alimentos también se reciclan y reaprovechan: las comidas y cenas son los protagonistas de las Navidades. Si ya durante el resto del año el desperdicio alimentario es un gran problema, durante estas fechas se agrava. Hacer un listado para ajustar la cantidad y variedad de alimentos, consevar y reaprovechar las sobras, y depositar los desechos de alimentos en el contenedor de reciclaje orgánico contribuyen a reducir su impacto.
- Además de reciclar, debemos reducir y reutilizar: reciclar siempre es importante, pero las prioridades pasan primero por reducir, consumiendo solo lo realmente necesario, y segundo por reutilizar, reaprovechando o compartiendo los productos para alargar su vida lo más posible.