Contratar servicios de telecomunicaciones vía telefónica siempre ha
implicado ciertos riesgos. La contratación por otras vías no está exenta
de posibles problemas, pero son numerosos los casos de usuarios que se
han encontrado con promesas u ofertas incumplidas al aceptar una oferta realiza por un teleoperador vía telefónica.
Y aprovechándose de la tendencia de precios al alza de los principales
operadores, ya hay quien está sacando partido de ello de manera ilícita. El
timo empleado por distribuidores de poca ética es muy sencillo: una
primera llamada haciéndose pasar por su operador comunicando una
subida de precios no existente, para luego hacer una segunda en nombre de otro
operador, o incluso de las autoridades de Consumo, para intentar captarle.
Un timo en toda regla
El distribuidor de la compañía que sea, que no es el
operador en sí sino una empresa de telemarketing autorizada a vender los
productos de la empresa, averigua primero a qué operador pertenece el
usuario objetivo para llamarle en nombre de su compañía y comunicar la
supuesta subida. Una vez el cliente se cree la comunicación, con el enfado con su operador de por medio, le comunican que puede pedir una portabilidad a otra compañía sin que le cobren la indemnización por permanencia que tuviera contratada.
Todo esto se adereza con la amenaza de que si no se cambia inmediatamente, aplicarán la supuesta subida tarifaria en
la siguiente factura.
Además le informan de que por orden de las autoridades de Consumo, le tienen que ofrecer varias ofertas de otras compañías para que pueda elegir la que más le convenga... Naturalmente, le dirigen hacia la compañía "pirata".
Lo más fácil para comprobar la veracidad de la llamada recibida es ponernos en contacto con el Servicio de Atención al Cliente de nuestra propia compañía. Con esto nos evitamos la fechoría de cambiar de operadora y tener que pagar la permanencia que hubiéramos acordado.
Las subidas se comunican en la factura
Seguramente más de un usuario habrá caído en la trampa, por lo que es
importante avisar a las posibles víctimas de la manera de actuar de
este tipo de empresas. Lo primero a tener en cuenta es que ningún
operador llama uno a uno a sus clientes para comunicarles una subida de
precios. Esa comunicación se tiene que efectuar de manera oficial en la factura de los servicios y con al menos un mes de antelación a la fecha de aplicación de la subida.
Además, como comentábamos al inicio, contratar cualquier tipo de
servicio mediante una llamada implica sus importantes riesgos. El
operador al otro lado nos hablará de ofertas maravillosas, pero si de
verdad nos parecen interesantes al nivel de que no las podemos encontrar
en tiendas (sería recomendable no hacer ninguna contratación en el
primer contacto para poder meditar la oferta) la mejor idea es pedir la comunicación por escrito, para recurrir a ella en caso de tener problemas.
Lo que queda claro con este tipo de timos es que por mucho que se
implementen medidas para intentar acabar con ellos, la seguridad total
de que no seremos objeto de un timo no existe. Sólo queda ser precavidos y denunciar cuando seamos objetivo de una de estas empresas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario